El sintoma, se nutre con las formas de goce y se despliega en una constelación sobre la cual se ha construido la novela familiar.

Va desde la demanda inicial en el tiempo de su presentación hasta la respuesta que el analista le otorga. Un decir que coloca las condiciones del goce y los modos en los que se amortigua el deseo. La operación analítica consistirá también en ubicar la Transferencia para crear las condiciones de Sujeto Supuesto Saber, a partir del cual encontraremos la repetición bajo transferencia, estructurante del mundo de los objetos.

 

El fantasma da una respuesta a esa pregunta que el neurotico se formula ¿Qué soy para el deseo del Otro?, respuesta que da esa pequeña realidad que exilia al Sujeto de su propia subjetividad. Ese objeto del deseo que se hace ser allí, le sirve para encubrir su angustia.

 

La angustia no es sin objeto. Es ese corte sin el cual la presencia del significante, su surco en lo real, es impensable. Es ese corte que se abre y deja aparecer, lo inesperado, el presentimiento, su verdadera sustancia es “que no engaña”, lo fuera de duda. Se tratara de arrancarle a la angustia su certeza para poder actuar.

 

Desde este marco teorico, recorreremos los conceptos aquí planteados, que van desde los Seminarios de Lacan a la obra de Freud para propiciar un verdadero ejercicio de retorno, que permita a todo aquel que sostiene su causa en relación al psicoanálisis, producir una apertura a la experiencia analítica.

 

Los invito a participar de este Seminario.